Cómo usar la campana
Enciéndela un minuto antes de empezar a cocinar para crear un flujo de aire que lleve los humos y los vapores hacia la superficie de aspiración.
En general, las velocidades bajas son suficientes para las cocciones que emanan olores y vapores débiles, como pasta y salsas.
Las velocidades altas son necesarias para las cocciones que emanan fuertes olores y vapores, como las frituras y las parrilladas, o cuando se cocinan varios platos a la vez.
Si es necesario, después de cocinar, deja la campana encendida hasta que se hayan aspirado todos los vapores y olores.
Cómo tratar los filtros
El mantenimiento de los filtros garantiza la eficacia de la campana.
- Lava a mano o en el lavavajillas cada dos meses* los filtros antigrasa metálicos.
- Sustituye cada dos meses los filtros antigrasa sintéticos. ATENCIÓN: la grasa que se acumula en los filtros es inflamable; por lo tanto, su mantenimiento debe ser el indicado.
- Sustituye cada tres meses* los filtros antiolor (solo en la versión filtrante).
*Los intervalos de tiempo indicados son para un uso normal de la campana, aproximadamente tres horas al día.
Cómo limpiare la campana
- Elimina las impurezas con una esponja humedecida con agua y un poco de jabón neutro*.
- Aclárala con un paño húmedo.
- Sécala con un paño suave; si la campana es de acero inoxidable, sigue el satinado del metal.
- Limpia el conducto interior de la campana una vez al año.
*Los productos de limpieza de base ácida pueden dañar la superficie de la campana.
Los productos Clin & Clin de Faber facilitan el mantenimiento
- Pasta regeneradora Clin & Clin. Quita las huellas, las manchas y las pequeñas oxidaciones debidas al uso diario y restablece el brillo natural de las superficies de acero.
- Toallita protectora Clin & Clin. Protege y mantiene la belleza de la superficie de acero durante años. Práctica y de un solo uso, se aplica sobre las superficies limpias y secas.